EL VALOR MORAL
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En los capítulos anteriores se
han analizado los actos humanos desde el punto de vista de su libertad, ahora
se verá el aspecto de la bondad o maldad de ellos que es el objeto formal de
estudio de la Ética.
- La Esencia de la Bondad en general.
Podemos aproximarnos a la esencia
de la bondad por su paralelismo con la verdad Así como la inteligencia está
hecha para la verdad, la voluntad está hecha para la bondad. Es por esto qué se
dice que el objeto propio de la inteligencia es la verdad y que, similarmente,
el objeto propio de la voluntad es la bondad. Se trata de las dos tendencias
fundamentales del ser humano (inteligencia y voluntad); cada una de ellas está
dirigida a estos dos valores en particular (verdad y bondad). Existen dos tipos
de bondad.
- La bondad ontológica, que existe en cualquier objeto en tanto que se presenta como atractivo para la voluntad.
- La bondad moral es un calificativo referido a los actos humanos cuando éstos llenan las condiciones especificadas por la Ética. A esta ciencia le compete el estudio de las cualidades requeridas para que un acto pueda ser considerado poseedor del valor moral, es decir, como bueno o como malo moralmente hablando.
- La esencia del Valor en general.
La esencia del valor está en la
preferibilidad de un objeto, es decir, en una cualidad que logra atraer
la atención y la inclinación de las personas que lo perciben, es
pues, una especie de imán que poseen algunos entes, gracias al cual una persona
dice preferir ese objeto. Tenemos pues, Valor es todo ente en cuanto que guarda
relaciones de adecuación con otro ente (en este caso el ser humano) . El valor
reside en las cosas, y consiste en una cualidad por la cual esas cosas son
preferibles al hombre, a sus facultades, a su naturaleza. Los valores son
tales porque guardan una relación armoniosa con el ser humano. El valor es todo
ente en cuanto qué guarda una relación armoniosa con el ser humano. La
diferencia principal entre bien y valor está en la mayor extensión de este
último. El bien es un valor, al igual que la verdad, la belleza y la virtud. Y
el término valor es un género donde entran las especies antes
mencionadas.
- La Esencia del Valor Moral.
Una de las respuestas más claras
y prácticas es la que propone a la naturaleza humana como el fundamento de
la moralidad. Ser moral significa actuar conforme a las exigencias de
la naturaleza humana. Quien reflexione sobre la naturaleza humana,
descubrirá allí algunas exigencias, que son la base de los derechos y
las obligaciones de todo hombre, tales como el derecho a la vida, a
la verdad, a sus propiedades, etc. Uno de los criterios fundamentales en lo que
a moralidad se refiere es la recta razón. Se entiende por recta razón como la
inteligencia humana en tanto que actúa por sí misma, sin desviaciones
provocadas por las pasiones, los instintos o algún interés personal.
Quien actúa conforme a la recta razón, determina cuáles son sus exigencias
propias de la naturaleza humana que en ese momento le conciernen. De acuerdo
con lo anterior, una persona con valor moral es aquella que actúa en la misma
línea de sus tendencias y exigencias como ser humano. Ser moral es equivalente
a ser más hombre (independientemente del sexo), ser más humano, apropiarse
de las cualidades que pertenecen por esencia a su propia naturaleza humana. El
valor moral lo puede adquirir una persona cuando realiza una norma moral y
mejor también, cuando ejerce una norma ética. Lo esencial en la conducta moral
está en la libertad guiada por valores superiores.
- Descripción del Valor Moral.
La
Esencia del valor moral es la congruencia de la conducta con la naturaleza
humana, pero esta esencia resulta muy general y poco aplicable así que es
conveniente mencionar algunas características propias de este valor:
- El valor moral perfecciona a las personas en cuanto a tal, en tanto que los demás valores perfeccionan al individuo en aspectos parciales o periféricos, el valor moral se enclava en el núcleo de la identidad personal.
- La persona con valor moral es todo lo contrario al sujeto mezquino, egocéntrico interesado exclusivamente en su propio bienestar.
- La Persona con moral manifiesta y contagia una felicidad que surge de su propia interioridad, del núcleo de su identidad personal.
- La persona con valor moral manifiesta una triple armonía: Su conducta es congruente con lo que piensa y lo que dice. No hay autoengaño ni falsas posturas hacia los demás. Y los tres niveles: pensamiento, palabras y acciones, expresan lo mismo, la naturaleza que se está realizando en forma armoniosa.
- La Persona que actúa con un nivel moral positivo tiene puesta su atención en valor moral intrínseco del acto que ejecuta y no del beneficio personal que le traerá este.
- Un acto honesto es una acción que posee un valor intrínseco y, además, se ejecutan dentro de una actitud de benevolencia, desinterés y generosidad que procede del núcleo de identidad personal del individuo.
- El Relativismo Moral.
Es la postura moral que sostiene
la falta de objetividad de los valores y, por lo tanto, la ausencia de un
fundamento objetivo y universal de sostener un criterio moral
determinado. Según esto cada persona crea sus propios valores y, en
consecuencia, es imposible hablar de un criterio moral único que rija por igual
a todos los seres humanos.
- El Amoralismo.
El sentido correcto de la palabra
amoral es le etimológico; sin moral, independiente de la moral, carente de
valor moral. A este plano corresponden los actos del hombre que permanecen en
un plano inferior al de los actos humanos. Pero en la actualidad se ha
tergiversado, ya que basta que una persona se declare autónoma o indiferente a
las leyes morales para que indebidamente se califique a sí misma como
amoral. El calificativo obviamente es incorrecto, ya que sigue ejecutando actos
humanos (utiliza la inteligencia y la voluntad), por lo tanto no son actos
amorales, sino morales, ya sean con signo positivo o negativo. En si el término
amoral corresponde a los actos del hombre y a
las ciencias y técnicas que ha creado. Por ejemplo: la
ciencia en cuanto a ciencia es amoral ya que la ciencia es un conjunto de
verdades objetivas, frías y racionales acerca de la naturaleza de las cosas y
las personas, permanece en un plano que no toca lo moral. ¿Qué valor se le
puede asignar a la ley general del estado gaseoso?. Sin
embargo en el caso del científico, él y su conducta, aunque son libres, son
susceptibles de los cánones de la Ética. Este científico puede alcanzar un
enorme valor moral en sus investigaciones, aun cuando la ciencia en sí
misma sea amoral.
- La Objetividad del Valor
El valor se puede referir como
todo objeto en cuanto qué guarda relaciones de adecuación con otro objeto. Esto
significa que cualquier objeto puede ser valioso, todo depende de su
armonización con otras cosas. Dicha armonía o integración no depende
de que el sujeto la capte o no; el sujeto no crea esa armonía, sino que se da
mucho antes de que el sujeto la descubra y la observe. Esa es la base de la
objetividad de los valores. Además, un valor tiende siempre hacia dos polos,,
dado que la adecuación o armonía entre dos cosas puede tener, incluso grados o
gamas entre los dos polos que suelen considerarse, esta es la base de la
bipolaridad. Además los valores poseen otra característica, son preferibles, es
decir, muestran un cierto atractivo a las facultades humanas. Los valore también
son trascendentes, es decir, los objetivos valiosos no agotan
el concepto o esencia del valor que entrañan, esta es la diferencia
entre valor y bien. Una última característica de los valores es que son
jerarquizables, es decir, todos ellos, guardan entre sí un cierto orden en
relación con las preferencias y características del ser humano.
Decir que los valores son
objetivos equivale a decir que éstos existen en la realidad independientemente
de que éstos sean conocidos o no. En cambio afirmar la subjetividad
de un valor quiere decir que los valores son creados por el sujeto. Esta
objetividad y subjetividad son mutuamente excluyentes sino que normalmente se
complementa ya que puede ser que mientras existe una relación de adecuación
entre dos cosas (la objetividad del valor), en este caso la persona y el
objeto, es también posible que esta persona añada por su cuenta (subjetividad)
un elemento de preferibilidad al mismo objeto. Normalmente a esa parte
subjetiva del valor se le conoce como valorización, que muchas veces es
confundida con el valor. El valor es objetivo, ya que se da independiente del
conocimiento que se tenga o no de él, en cambio la valorización es subjetiva ya
que depende de las personas que juzgan; aun así para que una valorización sea
valiosa, debe tener un poco de objetividad, es decir, necesita basarse
efectivamente en los hechos reales que se están juzgando y no ser un producto
de conductas viciosas o circunstancias desfavorables del que juzga.
- La Bipolaridad de los Valores
Cuando hablamos de valores se
puede notar una característica peculiar, siempre se consideran en pares, por
ejemplo: belleza y fealdad, verdad y falsedad, bondad y maldad. Ahora bien en
la mente humana podemos detectar varias escalas que utiliza ésta para referirse
al tema de los valores, aun cuando siempre van de un polo superior hasta otro
inferior y viceversa, en el fondo se vislumbran diversas estructuras noéticas
con las cuales nosotros catalogamos y damos peso a esos dos polos y además
ordenamos los valores intermedios entre los dos puntos extremos.
Estas escalas, por su parecido
con las escalas numéricas, se denominan de la siguiente manera:
- La Escala Bipolar. Es la más sencilla de todas. Esta escala considera solo dos calificativos, dos extremos opuestos, uno positivo y otro negativo, por ejemplo: verdadero y falso, vida y muerte, aceptado o no aceptado, etc.
- La Escala de múltiples valores positivos y negativos. Esta escala considera además de los dos polos, la posibilidad de que existan matrices entre los dos extremos. Se puede comparar con la escala algebraica que utiliza el cero y a partir del cual se dan números positivos hacia arriba y números negativos hacia abajo. Esta escala siempre promueve el nivel positivo, más y más cualidades, más riqueza, más belleza. La ventaja enorme de esta escala con respecto a la primera consiste en que en esta si se admiten matrices, lo cual proporciona a la mente una facilidad para emitir sus juicios de valor y se sale del encasillamiento de la bipolaridad pura.
- La Escala de la normalidad central. Esta escala es un poco más sofisticada, ya qu además de considerar los dos polos y las matrices de valores, pone el peso axiológico en el centro de dicha escala, es como la campana de Gauss, esta es como una parábola, por lo tanto en su extremo más alto se expresa el mejor valor y así va decreciendo hacia la izquierda y a la derecha, es ahí donde se manejan los número negativos y positivos. Entonces tenemos que se concibe lo normal como un valor en el centro y lo anormal como valores hacia la derecha y hacia la izquierda. Hay que recordar que en caso de los valores en estas escalas, estos no se tratan de números, esta escala es una simple analogía, pero muestra con claridad de qué manera se conciben algunos valores.
- La Escala del cero absoluto. Esta es la más difícil de captar y de aceptar, proviene de la Filosofía escolástica, y es comprable a la escala termométrica de Kelvin que considera el cero absoluto en el punto inferior, de tal manera que toda graduación es de números positivos. En esta escala no hay números negativos y ésta es la tesis que sostiene esta Filosofía, tesis que normalmente produce un fuerte rechazo cuando se oye por primera vez. A la gente le cuesta entender que alguien sostenga la no existencia de valores negativos y la inexistencia del mal. Para la Filosofía escolástica el mal es una privación del bien, es decir, el mal como tal no existe, sino lo que existe es una ausencia del bien. La privación es eso, la ausencia de algo que debería existir.
- La Preferibilidad de los Valores.
Esta propiedad es el
mismo corazón del valor. Consiste principalmente en esa
particularidad por lo cual los valores atraen la atención hacia sí mismos la
atención, las facultades y, en especial, la voluntad del hombre que los capta.
Cuando el hombre se encuentra enfrente de varias cosas, este prefiere las que
encierran un valor.
Esta característica de atracción
surge ante la imperfección que muestra el ser humano y la necesidad que tiene
éste de eliminarla, complementándose con otros objetos, otros entes que de
alguna manera llenan o satisfacen su hambre de desarrollo y de
plenitud. A partir de esta polarización: el atractivo de los valores por un
lado y la precariedad humana por el otro, el valor se ha convertido en el
satisfactor normal de la naturaleza humana imperfecta y necesitada. El valor es
el alimento del ser humano como tal, es el ente que se adecua a la naturaleza
humana dada su calidad de ente en desarrollo y evolución. Captar
los valores es lo mismo que reconocer el alimento adecuado la propia
naturaleza, a las propias facultades necesitadas de algún complemento que las
satisfaga.
Pero existe una situación
precaria en la naturaleza humana, la ceguera axiológica, es decir la
incapacidad para reconocer por sí mismo cierto tipo de valores. Nos muestra que
el hombre requiere un desarrollo especial para poder captar ciertos valores.
Cuando se nace se tienen instintos y necesidades, por lo la persona busca
instintivamente los bienes que lo satisfacen, pero con
el tiempo se va desarrollando y empieza a encontrar y apreciar poco a
poco otros valores, que antes le eran indiferentes. Con la
educación y la cultura, un individuo aprende a reconocer y apreciar
valores cada vez más refinados. Pero sin esa educación y cultura, el
horizonte axiológico del individuo se queda limitado, y aunque él quiera no
podrá aprecia cierto tipo de valores como por ejemplo la belleza artística, ya
sea en la música, en la pintura o en la literatura. Esto
tiene mucho que ver con la situación en que se encuentre cada individuo, no
todos nos cultivamos por igual.
Pero es peor la ceguera
axiológica en el plano de lo moral, ya que el adulto que no tiene la capacidad
de captar y apreciar el valor de la virtud, que no encuentre la diferencia
entre lo malo y lo bueno, sufre de una verdadera privación y no de una simple
negación. Es por ello que debe existir una educación axiológica en el que al
niño se le todos los elementos para crearle un ambiente en donde
pueda asomarse a los valores que le van a proporcionar la satisfacción de una
naturaleza normalmente en crecimiento y en busca de plenitud. Es importante
orientar su motivación axiológica hacia los valores que lo motiven
sin perjudicar a nadie más.
Otros de los aspectos por los
cuales los valores son preferibles es por su trascendencia, trascender
significa estar más allá; por lo tanto; este término nos indica que los valores
sólo e dan con perfección más allá de este mundo, no aquí. Y al buscarlos
nosotros y aceptarlos como una guía en nuestros actos, nosotros trascendemos
con ellos.
- La Jerarquización de Valores
Existe una gran cantidad de
valores, pero pueden ser ordenados dentro de una jerarquía que muestra la mayor
o menor calidad de dichos valores comparados entre sí. Es claro que no es igual
lo material que lo espiritual, lo animal o lo intelectual, lo humano o lo
divino, lo estético o lo moral.
Por lo tanto para dicha
clasificación utilizaremos el criterio de que el valor será más importante y
ocupará una categoría más levedad en cuanto perfeccione al hombre en un estrato
cada vez más íntimamente humano. Entonces de acuerdo con este criterio tenemos
que los valore se pueden clasificar en:
Valores Infrahumanos. Son aquellos que perfeccionan al hombre en
sus estratos inferiores, en lo que tienen en común todos los seres, aquí se
encuentran valores como son el placer, la fuerza la agilidad,
la salud, etc. Todos estos pueden ser poseídos por los mismos seres.
Valores Humanos Inframorales. Son todos los valores humanos,
aquellos que son exclusivos del hombre, que perfeccionan los estratos que sólo
posee un ser humano, como lo son:
- Valores económicos. Como la riqueza, el éxito, todo lo que expansione la propia personalidad (valores eudemónicos).
- Valores noéticos. Son los valores referentes al conocimiento, como la verdad, la inteligencia, la ciencia.
- Valores Estéticos. Como la belleza, la gracia, el arte, el buen gusto.
- Valores sociales. Como la cooperación y cohesión social, la prosperidad, el poder de la nación, el prestigio, la autoridad, etc.
Valores Morales. Son las virtudes como la prudencia, justicia,
fortaleza y templanza. Estos valore son superiores a los anteriores debido a
que los valores morales dependen exclusivamente del libre albedrío, en cambio
los otros dependen además del libre albedrío de otros factor, por ejemplo la
riqueza (puede heredarse), así como el grado de inteligencia y buen gusto.
Además los valores morales al hombre de tal modo que lo hace más
hombre, en cambio los inframorales solo perfeccionan al hombre en cierto
aspecto, por ejemplo, como profesionista, sabio, artista, etc.
Valores Religiosos. Son los valores sobrehumanos, sobrenaturales.
Son una participación de Dios que está en un nivel superior a las potencias
naturales del hombre. Son pues la santidad, la amistad divina
(gracia), la caridad y en general las virtudes teologales. Estos valores
perfeccionan al hombre de un modo superior, ya no solo de lo que tiene más
íntimo como persona, sino en un plano en un plano que no está dentro de los
moldes naturales de lo humano. Aquí se deja la puerta abierta a todo lo
sobrenatural que provenga de Dios. Su estudio corresponde más bien a la
teología.
La Jerarquía de Max Scheler. Normalmente cuando se estudian las
jerarquías d valores de los principales axiólogos, se nota un cierto
paralelismo dentro de sus diferentes categorías como es este tipo de jerarquía
propuesta por Max Scheler:
- Valores de lo agradable y lo desagradable
- Valores de lo noble y de lo vulgar
- Valores espirituales
- Valores de lo santo
La importancia de una correcta
jerarquía de valores reside, sobre todo, en la facilidad que puede proporcionar
para una eficaz orientación de la vida entera. Quien no tenga clara la
jerarquía de valores normalmente se encontrará perplejo frente a una decisión
que tenga que tomar.
Con respecto al orden de los
valores podemos utilizar ciertos criterios propuestos por Max Scheler:
- Duración. Es superior un valor que dure más que otro. Esto se refiere a la duración del bien en donde está encarnado un valor.
- Divisibilidad. Es superior un valor cuanto menos pueda dividirse. Una obra de arte no se puede dividir, en cambio los alimentos sí.
- Fundamentación. Es superior el valor fundamentalmente con respecto al valor fundamentado. Por ejemplo: la inteligencia fundamenta el conocimiento científico.
- Satisfacción. Es superior el valor que satisface más. No debe confundirse satisfacción con placer, la satisfacción puede ser intelectual y espiritual.
- Relatividad. Es superior el valor que se relaciona con los niveles superiores del objeto o la persona que está complementado.
A partir de dichos criterios cada
persona puede organizar su propia jerarquía de valores. El máximo inconveniente
consiste en la facilidad de ese orden. Ya que una cosa es lo que un sujeto dice
acerca d su jerarquía de valores y otra cosa es lo que de hecho realiza a lo
largo de su vida.
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